La Estación de São Bento, Porto
La Estación de Tren Porto-São Bento (en portugués, Estação Ferroviária de Porto-São Bento) es una estación de ferrocarril que algunos consideran de las mas bonitas del mundo.
¿Cómo suena la estación de São Bento?
A comienzos del siglo XX Portugal estaba comenzando su expansión ferroviaria, ampliando y modernizando las rutas de tren que conectaban las principales ciudades portuguesas. La Estación de Sao Bento respondía a ese impulso al transporte y desde su inauguración se convirtió en un foco de comunicaciones para el país.
Su historia

Fue construida sobre las ruinas del antiguo Convento de São Bento del Ave María, que daría nombre a la posterior estación y que había sido destruido en un incendio. La arquitectura del complejo, que recuerda a las estaciones francesas de la primera mitad del XX, corrió a cargo de José Porto, Marques da Silva.
A pesar de que el primer tren llegó el día 7 de noviembre de 1896, la estación sólo fue inaugurada oficialmente en 1916. El edificio, de influencia francesa, es una de las más importantes obras artísticas de principios del siglo xx, es del arquitecto José Marques da Silva y su atrio está revestido con veinte mil azulejos (551 metros cuadrados) con representaciones históricas del Norte del País del pintor Jorge Colaço instalados entre 1905 y 1906.
Entre otros temas, podemos ver:
- La batalla de Valdevez;
- Egas Moniz con sus hijos y el rey Alfonso VII de León y Castilla en el siglo XII;
- La entrada del rey Juan I y Felipa de Lancaster, en Oporto
- La conquista de Ceuta en 1415;
- La vida en el campo;
- Un friso de colores se dedica al desarrollo de los transportes en Portugal, concluyendo con la apertura de las vías férreas
Mira su luz
La Estación de Tren de São Bento, es considerada por varios sitios y revistas como una de las más bellas estaciones de tren en Europa y en el Mundo.
No solo en Oporto. En el país de los azulejos
Donde quiera que esté en Portugal, resulta difícil no encontrárselos. Los azulejos recorren estilos y lenguajes de todos los tiempos, y llenan de color cualquier paseo o visita.
Al-zuleique es la palabra árabe de la que se deriva azulejo y designaba la “pequeña piedra lisa y pulida” que utilizaban los musulmanes en la Edad Media. La forma en la que estos aplicaban los azulejos para decorar suelos y paredes gustó a los reyes portugueses y así, a partir del siglo XV, se hicieron con un lugar destacado en la arquitectura. Se puede decir que Portugal los adoptó de forma única, como ningún otro país europeo.
Web de turismo de Portugal
Breve historia del transporte ferroviario en Portugal. La estación de Oporto.
El primer tramo, entre Lisboa y Carregado, fue inaugurado el 28 de octubre de 1856, continuando el crecimiento de la red de manera constante hasta la Década de 1890, cuando el ritmo comenzó a disminuir. Ambas Guerras Mundiales y la Gran Depresión, junto con la expansión del transporte por carretera, tuvieron efectos nefastos en los ferrocarriles de Portugal, continuándose la construcción de algunos tramos, y las empresas se tuvieron que enfrentar a grandes pérdidas. La extensión máxima de la red fue alcanzada con la inauguración del tramo hasta la Estación de Arco de Baúlhe, en la Línea del Tâmega, en diciembre de 1949.
Tras la Segunda Guerra Mundial, los transportes aéreos y de carretera continuaron ganando terreno a los ferrocarriles, por lo que se inició un proceso de modernización de las principales conexiones, como es el caso de la Línea del Norte; no obstante, los inversiones en la red complementaria se vieron muy reducidas, lo que culminó con el cierre de grandes tramos de la red en 1989.
En la Década de 1990, tuvo lugar un gran esfuerzo de modernización, donde fueron inauguradas importantes infraestructuras, destacando entre ellas el Puente de São João, en 1991, y la Estación de Oriente, en 1998, e introducidas nuevas series de material circulante, como las locomotoras de la Serie 5600, en 1993, y los automotores de la Serie 4000, en 1999, para hacer los servicios Alfa Pendular. También en esta década, tuvo lugar una profunda reorganización de los ferrocarriles, con la creación de la Red Ferroviaria Nacional, que pasó a asegurar la gestión de las infraestructuras ferroviarias, limitando las actividades de la operadora Caminhos de Ferro Portugueses a la explotación de los servicios.